sexta-feira, 29 de maio de 2009

Sopra um vento quente


Este silencio,
blanco, ilimitado,
este silencio
del mar tranquilo, inmóvil,

que de pronto
rompen los leves caracoles
por un impulso de la brisa,

Se extiende acaso
de la tarde a la noche, se remansa
tal vez por la arenilla
de fuego,

la infinita
playa desierta,
de manera

que no acaba,
quizás,
este silencio,

nunca?


Eliseo Diego (Cuba)

1 comentário:

Guilherme Salem disse...

nunca ? é demasiado definitivo...
belo poema