Em 13 de Julho de 1936 o poeta foi de Madrid para Granada, para fugir ao ambiente de agitação que aí se vivia, após diversos incidentes, entre os quais o assassínio do deputado Calvo Sotelo, chefe dos monárquicos e das forças conservadoras que pretendiam derrubar a República.
Em 18 de Julho o general Franco fez pelo rádio um apelo ao Movimento Nacional contra o governo republicano.
Nesse dia Sevilha caiu em poder do general Queipo de Llano, chefe da rebelião militar da Andaluzia, e em 20 de Julho Granada ficou dominada pelos Nacionalistas, instaurando-se um clima de terror.
Entre os presos estava Manuel Fernandez-Montesinos, marido de Concha, irmã de Federico, alcaide socialista de Granada.
Após diversos incidentes, que demonstraram que a situação era de grande perigo para a família Garcia Lorca, em 9 de Agosto Federico foi refugiar-se em casa do poeta Luis Rosales, pois dois irmãos deste eram membros importantes da Falange de Granada, pelo que ele supunha que aí estaria protegido.
Na madrugada de 16 de Agosto, Montesinos foi fuzilado no cemitério de Granada, com mais vinte e nove republicanos.
Ao sabê-lo, Garcia Lorca sentiu o desgosto da sua irmã e ficou ainda mais preocupado com a sua própria vida. Além disto o poeta já fora procurado em sua casa pelas autoridades nacionalistas que impunham o terror em Granada. Segundo Iam Gibson, na sua imprescindível biografia, Concha, a irmã do poeta, perante a ameaça das autoridades de prender o pai ou executá-lo de imediato, revelou o lugar onde Federico se escondera, supondo-o defendido por estar em casa da família Rosales.
Federico foi então preso pelos Franquistas, na tarde de 16 de Agosto, e fuzilado na madrugada de 18 seguinte, num campo (a seu pedido: “levem-me para o meio das flores”, terá dito ele momentos antes ... ) dos arredores de Granada.
O seu corpo nunca foi encontrado.
LA CASADA INFIEL
Por Federico García Lorca
Por Federico García Lorca
Y yo que me la lleve al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toque sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua
me sonaba en el oído
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.
*
Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quito el vestido.
Yo, el cinturón con revólver.
Ella, sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena,
yo me la llevé del río.
Con el aire se batían
las espadas de los lirios.
*
Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande, de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.
In CANCIONERO GITANO
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toque sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua
me sonaba en el oído
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.
*
Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quito el vestido.
Yo, el cinturón con revólver.
Ella, sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena,
yo me la llevé del río.
Con el aire se batían
las espadas de los lirios.
*
Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande, de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.
In CANCIONERO GITANO
À Guida, passionaria do samba, mulher de corpo e alma inteira, pelos nossos encontros e intermitências (e pela saudade do seu gato Garcia Llorca que lhe acomodou a solidão)
4 comentários:
"Vierde que te quiero vierde".....ou algo assim.
Tás aí, GUi?
Morto ficou na rua
com um punhal no peito.
Não o conheia ninguém.
Como tremia o farol,
mãe!
Como tremia o pequeno farol
da rua!
Era madrugada. Ninguém
pôde assomar-se a seus olhos
abertos ao duro ar.
Que morto ficou na rua,
que com um punhal no peito
e que não o conhecia ninguém.
Surpresa.
Frederico Garcia Lorca
Parabéns pelo Blog elegante, muito bem cuidado.
Darlan M Cunha
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